La industria del vapeo, antes aclamada como una alternativa revolucionaria al tabaco tradicional, se enfrenta ahora a un futuro incierto. Desde mediados de la década de 2000, los cigarrillos electrónicos y las tiendas de vapeo han proliferado a nivel mundial, impulsados por las promesas de reducir los daños y ayudar a dejar de fumar. Sin embargo, las recientes medidas regulatorias, las controversias sanitarias y los cambios en las tendencias de consumo han planteado dudas sobre la longevidad de las tiendas de vapeo. Este artículo explora los retos y las oportunidades que configuran la industria, examinando si estos negocios están destinados al declive o a la reinvención.
1. El auge y la evolución de las tiendas de vapeo
Las tiendas de vapeo surgieron como minoristas especializados que atendían a una creciente comunidad de exfumadores y aficionados. Los primeros en adoptar el vapeo elogiaron por ofrecer nicotina sin los carcinógenos de la combustión, y para la década de 2010, el mercado experimentó un auge. Los elegantes dispositivos de Juul y sus cápsulas con sabores convirtieron el vapeo en un fenómeno cultural, especialmente entre los jóvenes. En su apogeo, el mercado mundial del vapeo superó los 18 000 millones de dólares en 2021, con miles de tiendas físicas operando en todo el mundo.
Sin embargo, el rápido crecimiento de la industria generó un gran escrutinio. Los informes sobre epidemias de vapeo entre adolescentes, las preocupaciones sobre la seguridad de los productos y la reacción negativa de las autoridades regulatorias han ensombrecido su futuro.
2. Desafíos que amenazan a las tiendas de vapeo
- Presiones regulatorias: Los gobiernos de todo el mundo están endureciendo las regulaciones sobre los productos de vapeo. En EE. UU., la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) ha prohibido los cigarrillos electrónicos con cartuchos de sabores (excluyendo mentol y tabaco) desde 2020, alegando su atractivo para los menores. Estados como Nueva York y California han promulgado prohibiciones adicionales de sabores, mientras que el Reino Unido está considerando normas publicitarias más estrictas. El proceso de solicitud de productos de tabaco previa a la comercialización (PMTA) de la FDA supone una carga adicional para los pequeños fabricantes, ya que requiere costosas revisiones científicas para demostrar que los productos son «apropiados para la salud pública». Muchas pequeñas tiendas de vapeo, incapaces de cumplir con las normativas, ya han cerrado. A nivel internacional, países como India y Brasil han prohibido por completo los cigarrillos electrónicos, lo que ha reducido aún más el mercado.
- Preocupaciones sanitarias y percepción pública: El brote de EVALI (lesión pulmonar asociada al uso de cigarrillos electrónicos o productos de vapeo) de 2019, vinculado al acetato de vitamina E en cartuchos de THC, dañó la reputación del vapeo. Si bien los casos de EVALI se desplomaron tras la regulación de productos ilícitos, los riesgos para la salud a largo plazo siguen siendo objeto de debate. Estudios que vinculan el vapeo con problemas cardiovasculares y la adicción a la nicotina han alimentado el escepticismo, erosionando la confianza del consumidor. La cobertura mediática a menudo destaca los riesgos sobre los posibles beneficios, como la estimación de Salud Pública de Inglaterra de que vapear es un 95 % menos dañino que fumar. Esta percepción distorsionada disuade a los fumadores de cambiar de tabaco e impulsa a los legisladores a adoptar medidas restrictivas.
3. Competencia y saturación del mercado
La entrada de las grandes tabacaleras en el mercado del vapeo ha presionado a los minoristas independientes. Empresas como Altria (que invirtió 12.800 millones de dólares en Juul) y British American Tobacco (propietaria de Vuse) dominan el mercado con productos ampliamente comercializados y autorizados por la FDA. Mientras tanto, los vapeadores desechables de marcas chinas como Elf Bar y Puff Bar inundan el mercado, a menudo eludiendo las regulaciones con nicotina sintética.
Las pequeñas tiendas de vapeo tienen dificultades para competir en precio e innovación, especialmente porque los minoristas en línea y las tiendas de conveniencia reducen sus ventas. El auge de las bolsas de nicotina (por ejemplo, Zyn) y los dispositivos de tabaco calentado (por ejemplo, IQOS) fragmenta aún más el mercado.
4. Cambios económicos y sociales
Los altos impuestos especiales sobre los productos de vapeo, como el impuesto mayorista del 40% de Pensilvania, los hacen prohibitivos. Los consumidores podrían recurrir a los cigarrillos electrónicos o a los vapeadores del mercado negro, lo que perjudicaría a los negocios legítimos. Además, el menor interés de la Generación Z por la nicotina, impulsado por las tendencias de bienestar, reduce la demanda. La pandemia de COVID-19 también aceleró la transición a las compras en línea, dejando obsoletas algunas tiendas físicas.
5. Factores que podrían salvar a las tiendas de vapeo
- Promoción de la reducción de daños: El vapeo sigue siendo un salvavidas para millones de personas que buscan dejar de fumar. El gobierno del Reino Unido promueve activamente los cigarrillos electrónicos como herramientas para dejar de fumar, incluso recetándolos a través del NHS. Los estudios demuestran que el vapeo es dos veces más efectivo que los parches de nicotina para ayudar a los fumadores a dejar de fumar. Si la reducción de daños cobra fuerza a nivel mundial, las tiendas de vapeo podrían reinventarse como centros de bienestar, asociándose con organizaciones sanitarias para legitimar su función. Innovación y
- diversificación de productos: La adaptación es clave para la supervivencia. Muchas tiendas ahora venden CBD, delta-8 THC y productos de cáñamo, aprovechando el mercado de cannabis de 6 mil millones de dólares. Otras se centran en dispositivos personalizables, líquidos electrónicos premium u opciones sin nicotina para atraer a usuarios preocupados por su salud. Innovaciones como las sales de nicotina y los pod mods se dirigen a los exfumadores que buscan caladas de garganta más fuertes, mientras que los desechables ecológicos abordan las preocupaciones ambientales.
- Cumplimiento normativo y cabildeo: La colaboración proactiva con los reguladores podría asegurar el futuro de la industria. La Asociación de Fabricantes de Vapor de EE. UU. aboga por políticas sensatas, como la verificación de edad y los estándares de seguridad, a la vez que se opone a las prohibiciones de sabores que llevan a los consumidores a mercados ilícitos. Las empresas que invierten en las aprobaciones de la PMTA, como Vuse y NJOY, han obtenido la autorización de la FDA, sentando un precedente para otras.
- Comunidad y educación: Las tiendas locales de vapeo suelen fomentar la lealtad de los consumidores mediante talleres y un servicio personalizado. Educar a los clientes sobre prácticas seguras de vapeo, promover el acceso para adultos y distanciarse del marketing dirigido a jóvenes puede reconstruir la confianza. Las campañas en redes sociales que destacan las historias de éxito de exfumadores también pueden contrarrestar las narrativas negativas de los medios.
6. El veredicto: ¿Decadencia o reinvención?
La industria del vapeo se encuentra en una encrucijada. Las estrictas regulaciones, los temores por la salud y la saturación del mercado probablemente cerrarán muchos negocios, especialmente aquellos que dependen de los sabores o que son lentos para innovar. Los analistas de Goldman Sachs predicen una disminución anual del 5% al 10% en las tiendas de vapeo tradicionales en los mercados occidentales para 2025.
Sin embargo, las tiendas que diversifiquen su oferta, prioricen el cumplimiento normativo y se alineen con los objetivos de reducción de daños podrían prosperar. Se proyecta que el mercado mundial de cigarrillos electrónicos crezca a una tasa de crecimiento anual compuesta (TCAC) del 4% hasta 2030, impulsado por la demanda en Asia y Europa. La supervivencia depende de la adaptabilidad: adoptar nuevos productos, promover políticas justas y educar al público.
Es poco probable que las tiendas de vapeo desaparezcan por completo, pero la industria debe evolucionar para perdurar. A medida que los reguladores equilibran la protección de los jóvenes con el acceso de los adultos, y los consumidores sopesan los riesgos y los beneficios, el futuro del sector dependerá de su capacidad para reposicionarse como una alternativa responsable y saludable al tabaco. Quienes se adapten sobrevivirán; quienes no lo hagan se convertirán en reliquias de una época pasada. En definitiva, la historia de las tiendas de vapeo no es la de un declive inevitable, sino la de una transformación bajo presión.